miércoles, 1 de diciembre de 2010

Necesidad.

Odiando y amando el requisido al que el sexo nos obliga.

4 comentarios:

  1. Amar no te digo yo que no, pero odiar? O.o

    Besos gélidos!

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  2. Odiar nos aleja de la humanidad, qué gran lugar!!

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  3. Es que sin ese odio repentino que te da hacia tu pareja cuando te enfadas las reconciliaciones no serían tan buenas cuando lo amas de nuevo más intensamente después de una buena jornada de sexo salvaje.

    Besos, Silderia

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  4. Entonces,qué lamentable desgracia ser esclavos del amor y del odio. O quizá no tanto.

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