Nada tan satisfactorio como que una golondrina asustada espere en el suelo de una habitación y abrirle la ventana para luego ver como vuela casi sin que le importe el pasado.
Són las pequeñas cosas las que nos hacen sentirnos bien al fín y al cabo.
Són las pequeñas cosas las que nos hacen sentirnos bien al fín y al cabo.
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