Siempre dije que te quería libre, fuera conmigo o sin mi...
Te hice con mucho esfuerzo un par de alas y siempre supe que cuando las tubieras volarías muy lejos... y aún así no cedí en mi insistencia, no me rendí...
Y ahora me siento satisfecho, porque lo unico que no soportaría sería no poder verte volar...
Yo, por suerte, ya tuve quien me hiciera unas alas tiempo atrás... estaban rotas y descuidadas, pero ya estaba cayendo en el abismo y no me quedó otra opción que batirlas y alzar el vuelo, fue ahí, solo ahí cuando vi la verdad de todo... y volé, alto...
P.D.- Al final es irónico, nos salvamos el uno al otro... quizá por eso se notaba en nuestra voz que por dentro eramos de colores... porque al final la casualidad no existe, o eras una lección o una bendición...
...y por suerte, no fuiste bendición, fuiste una lección más...