Emoción que surge cuando se nos amenaza, cuando existe un peligro que nos daña o nos agrede, es la pulsión que nos "mueve" que nos defiende, que no hace querernos por encima de todo y todos, es la máxima expresión de la autoestima.
Cuando surge, nos liberamos de la cadenas, nos mueve a luchar, a correr, a huir, nos lleva lejos del peligro o nos hace acabar con él, de forma muy lícita... ¿qué sería de nosotros sin la ira? Sin ira, no habría revolución, no se podría lucha contra la opresión, sin ira jamás hubiéramos abandonado el jugo esclavo de la dependencia del grupo, de la tribu, del conjunto humano...
Sin ira, no hubiéramos cruzado el mar sin ver la otra orilla...
Sin ira, no podríamos ser libres...
La ira... que animal más fiero, más fiel y más leal que nos acompaña y nos guía, cuando estamos perdidos en mares de dudas...
La ira nos mueve, nos pone en marcha, nos hace andar, nos hace indignarnos, energizarnos, encolerizarnos...
No seríamos nada sin ella...
No hay que temer a la ira, solo a la agresión que se produce cuando no se puede expresar de forma asertiva... la ira puede hablarse, puede expresarse, puede definirse y aún así, no pierde jamás su función defensiva y locuaz...
Gracias, amiga y fiel compañera... gracias...
Ponle límites a aquellos que quieren
poner orden en tu mundo interior.