Un día sucede la desgracia... y tu que te sientes un superheroe y que puedes con todo, reprimes tu dolor y te centras en cuidar a las personas que quieres y que sabes que sufren.
Pero tu también sufres... y sientes un enorme dolor por lo sucedido, pero te lo callas, alguien tiene que mantener la compostura, alguien debe ser el pilar de los demás, ¿no? Y sigues tragando dolor y más dolor, el tuyo y el de los que amas...
Soportas sus malos ratos, intentas ser positivo y optimista (incluso cuando ves la peor escena llegar) ayudas en todo lo que puedes y de la mejor forma que puedes.
Intentas que no se te note ''pasar sin pena ni gloria'', te aíslas para llorar solo, que no te vean caer, pasas días sin dormir preocupado por la vida de aquellos que amas y de su destino.
Sientes su dolor como tuyo y eso no hace más que augmentar tu propio dolor reprimido y a punto de enquistarse.
Y un día cuando el vaso esta a punto de desbordarse, te dicen aquellos por los que tanto has soportado: ''es que has estado... pero sin estar...''
Es entonces cuando el vaso se desborda y explotas... ya no puedes soportarlo más y odias con toda tu raza, y te hacen tanto daño que jamás lo hubieras imaginado de aquellos que amabas.
Pero aprendes algo... ''quien quiera un psicólogo que se lo pague'', cuando hay que llorar toca llorar, lo mismo si hay que sufrir, y sobretodo si hay que maldecir al cielo por los actos del destino.
Pero que os diré yo... el síndrome del psicólogo, es lo peor que pueda sucederte, pero te muestra cuanto dolor puedes llegar a soportar.
Y cuando crees que no puedes más, llegan otros daños... pero el vaso se ensancha, aunque esa es otra historia.
P.D.- Gracias al egoísmo humano, descubrí el verdadero valor que tienen algunas personas.
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