El dolor es oscuro y escampa tristeza, se mueve como una serpiente de escamas esmeralda, serpenteante como su naturaleza le manda y ajena a las puertas marrones de la realidad. Las escamas de su panza, doradas, chirrían contra el hormigón rugoso, desgastándose a cada curva, a cada esfuerzo por avanzar, a cada momento de lucha...
Aún no sabe a donde se dirige, pero solo siente que esta llena de odio.
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