miércoles, 8 de mayo de 2019

Del mal, origen sin flores.


No puedo ser hijo de un amor y una benevolencia que nunca tuve.

No voy a ser ese amor que de forma inconsciente pedís. En cada uno de mis genes yace el dolor violento de quien ha sido rechazado, acechado y roto hasta volverse rígido como la tierra pisoteada por generaciones.

Estéril, ese es mi verso de negación.

Soy hijo del miedo, del abandono y de la necesidad esclava,
soy producto de la ira y la cobardía de una suciedad ignorante,
soy trampa y cartón,
soy el verbo del grito y del golpe,
soy el crujido de la vara que golpea el alma de los débiles, de los inocentes.

Sino puedo ser amor,
seré miedo,
seré ira,
seré la vivencia del instinto
y les romperé las manos a los dioses de piel muerta que me han creado.