miércoles, 28 de diciembre de 2016

Redefiniendo (de nuevo) lo normal... 2016.


Termina el año 2016...

Este último año a sido un año de cambios, pero sobretodo de crecimiento personal. Las entradas en mi blog han sido escasas... pero es bueno que haya sido así, porque mientras la escritura sea la catarsis emocional de la psique, podremos decir que no hemos gestionado las emociones de otro modo... quizá más humano, más viable...

Por contra, he encontrado otras maneras, otras vías más fluidas e interesantes, comunicativas y sobretodo, asertivas. Queda mucho por hacer, pero no dejaremos de apreciar los logros conseguidos.

Un balance positivo, para un año, que me ha dejado encontrar como ningún otro la mejor versión de mi mismo. 

Esperando con ansia el 2017... que me depare letras, a la deriva del saber...





Sigo oyendo hablar de magia y efectos especiales...




viernes, 11 de marzo de 2016

¿Entiendes a tus exparejas?



"Siempre hay un roto para un descosido."


Una vez oí decir que en la vida ya hay suficientes dramas como para que tengamos que crearlos, pero la verdad es, que los grandes amores conllevan grandes dramas... una decisión racional, jamás elimina los sentimientos...
Entonces... ¿entiendes a tus exparejas? Es un tema complicado, que requiere de un duelo, una aceptación y un entendimiento más allá del rencor... incluso cuando aquellos/as que más nos amaban de un día para otro nos tratan como desconocidos o por contra nos hieren, o les herimos... pero todo tiene una explicación más que sensata.

"Hoy nos amamos como nunca,
mañana nos odiamos como siempre"

¿Por qué pasan estas cosas? ¿Cómo puede ser que de un día para otro pasemos del amor al odio y seamos capaces de decirnos cosas que tanto nos duelen en las rupturas amorosas? Tiene que ver por una causa multifactorial, pero principalmente por el miedo a ser heridos que nos pone a la defensiva (al sentir miedo y dolor, nos defendemos), al final es nuestro ego el que toma el control, para luego, la mayoría de las veces arrepentirnos enormemente.

Entonces te preguntarás: ¿Cómo puede ser que si me quiere me diga estas cosas que tanto duelen? ¿O de donde nace esta indiferencia? Lo hace, nace, del miedo al dolor, y es entonces cuando nace un pensamiento: "antes de que me agredas, te agredo yo"... y eso pasa porque somos humanos que funcionamos en automático donde nuestra gestión emocional, a veces, no es la mejor. Pero tampoco podemos culparnos ni culpar a nadie, al final nadie nos enseñó a hacerlo mejor o de otro modo... cuando entendemos esto, podemos comprender las ofensas de nuestras exparejas, no justificarlo, pero si entenderlo, para perdonarlo y seguir adelante sin rencor...  como dice la fabula, en todo ser humano hay dos lobos... que siempre pelean:

El cacique Cherokee le dijo a su nieto: “En mi corazón viven dos lobos que siempre pelean, uno es blanco y el otro es negro. El blanco es amoroso, bueno y gentil, sólo combate cuando tiene que cuidar a los demás o a él mismo. El negro es violento y ante cualquier eventualidad desata su ira y enojo, pelea sin razón, está lleno de ira y odio, sólo causa problemas”.
Cuando el nieto le preguntó quién será el que gane la batalla, el abuelo le respondió: "Ganará el que yo alimente"

Al final como podéis ver, el bien y el mal, son creaciones humanas, en nuestra naturaleza no hay bondad o maldad, es una elección que hacemos cada uno de nosotros, nuestras exparejas no son tan malas, ni nosotros tampoco... solo somos lo que alimentamos ser en ese momento. El cacique cherokee así lo explica:

"El lobo negro tiene cualidades que puedo llegar a necesitar: es astuto y tiene sus sentidos agudizados, así como ojos acostumbrados a las tinieblas. Si ambos lobos tienen comida, no tendrán que luchar entre sí. De esta manera, podré elegir a cuál recurrir según la ocasión”.

De este modo, podemos entender la naturaleza humana... y como estar por encima, a veces para defendernos de las heridas, necesitamos ser malvados, necesitamos poner una línea roja, otras veces no necesitamos hacerlo y podemos trabajar la compasión y la verdad para llegar a los otros. Al final cuando nos arriesgamos a amar también arriesgamos a que nos hieran, y ahí tenemos el reto.

Por eso debemos entender a las personas que de una forma emocional y romántica han compartido nuestras vidas, quizá se sentían heridas en cierto punto, o peor, quizá sus heridas del pasado les hicieron decir todas aquellas cosas que dolían tanto... comprendiéndolos trabajamos la compasión y el amor, porque lo mejor es abandonar y soltar el rencor, que no es más que odio enquistado. 
Al estar resentidos seguimos en la espiral de dolor donde escarmentados y a la defensiva,  hacemos pagar a futuras parejas por lo que una sola nos hizo... y eso siempre es lo peor. La ira aparece porque hay dolor, en el momento que perdonamos, desaparece el dolor, ponemos la expareja donde toca, en el recuerdo y podemos seguir adelante, sin sentirnos obligados a defendernos de ofensas que en el fondo no los son, sino que nos conectan con dolores del pasado.


Si una situación duele es porque había amor,
y a más duele, más amor había...
no lo olvidemos eso nunca.


Al final entender, perdonar (que nos perdonen) y comprender a las personas que han compartido nuestras vidas, no nos hace peores, todo lo contrario, nos mejora para permitirnos hacerlo mejor la próxima vez... recordando que: "amando, se aprende a amar cada vez un poco mejor". Todos merecemos ser perdonados y perdonar, porque nadie se escapa a haber hecho daño aunque sea de forma involuntaria, ni nadie se escapa a no haber sido herido... "a veces somos daga, a veces herida" y lo que por un lado nos dan, lo debemos por otro.


"No permitas que tus heridas te transformen en alguien que no eres".


Ambroise Bierce dijo “Habla sin controlar tu ira y obtendrás el mejor discurso del que arrepentirte”, y es cierto, al no perdonar mantenemos nuestra ira, nuestra heridas se mantienen abiertas y es entonces cuando nos convertimos en persona que no somos. Como se puede ver, no es el perdón al otro lo más importante, sino comprender que sino entendemos y aceptamos a nuestra exparejas, esas experiencias no tan positivas, harán de nosotros personas que no somos, que nunca hemos sido... es nuestro trabajo conseguir que eso no pase.


 No te sulfures con las personas que te ofenden,
 compadécete y recuerda que quien más sufre y quien más miedo tiene, 
es en su neurosis quien más agrede.


Esta última frase me la enseñó una persona con la que siempre estaré en deuda, agradecimiento y perdón incondicional para ella. Como ya he dicho: a veces somos daga, a veces... herida, todos le debemos algo a esta vida, o como ella me diría, al universo en sí mismo.


Cuando un ser humano, encuentra a su pareja,
empieza la sociedad. #Emmerson. 




 "Ni los malos son tan malos,
ni los buenos tan buenos."



 
Si quieres saber más, puedes consultar los siguientes posts:

 - Sobre como entender a la expareja, "Resaca Emocional"
 - Sobre el amor incompleto, "Amores a pedazos"
 - El amor es ofrecer, no exigir... "El amor es otra cosa"
 - El verdadero amor, el amor maduro, "La madurez del verdadero amor"
 - De como nos herimos amándonos, "El amor no duele, duele su ausencia"
 - Sobre el amor desde la visión humanista, "Amor, desamor y otras cosas..."
 - Sobre el maltrato psicológico en la pareja... "El maltrato psicológico"
 - Sobre como amar con moderación, "La neurosis de Romeo"

domingo, 28 de febrero de 2016

Amores hechos de pedazos.


Nunca digas que amas a alguien
si nunca has visto su ira,
sus malos hábitos, sus contradicciones,
sus creencias absurdas.
Todos pueden amar una puesta de sol,
todos pueden amar la alegría; pero solo
algunos son capaces de amar el caos y 
la decadencia.


¿Nunca os ha pasado que solo os habéis enamorado de ciertas características de una pareja específica? Bien, eso suele pasar a menudo, incluso diría que nos pasa a todos al principio de cualquier relación, es más, enamorarse no es más que eso, ver "lo que uno quiere" de esa persona que acabas de conocer, pero dejando de lado sus más profundos defectos, sean porque aún no los han mostrado (que como todo el mundo, los tendrán) o porque no queramos verlos.

A mi, inspirado por otra persona, me gusta llamarlo el "efecto Frankenstein", por dos motivos: el primero porque te enamoras de ciertas partes de tu pareja y de otras no, y segundo porqué al final, estás creando un monstruo que te acabará destruyendo de un modo u otro.

¿Como salvamos este efecto? No es fácil, todo pasa por un proceso de aceptación, sea consciente o inconsciente. Esta claro que enamorarse sirve para eso, para crear un vínculo emocional lo suficientemente fuerte que permita que una vez el enamoramiento decaiga donde vearemos a la pareja con toda su realidad, podamos empezar ese proceso de aceptación.
No es sencillo, por eso las parejas se rompen con más frecuencia entre los seis meses y el año, porque el velo cae de los ojos y no son capaces de aceptarse el uno al otro, sea por desconocimiento de esta verdad o por lógica aplastante.

Una vez alguien me dijo que "todo lo que se pueda hablar en una relación, es poco" y tenia razón, pero yo digo que esta afirmación esta inacabada, porque en las relaciones...

"Las cosas se arreglan hablándose,
no dejándose de hablar"

Esa es una de esas verdades inmutables que no podemos negar, la comunicación es básica en el proceso de aceptación del otro. Y es un proceso sencillo pero muy complejo a la vez, porque no solo es aceptación, es tolerancia... Si vemos, que llegados a cierto punto en una relación, hay características del otro que no soportamos ni sopesándolas con las cosas buenas, hay que empezar a tomar decisiones sobre si seguir con esa relación o no, se puede intentar dar un margen o un tiempo, pero al final, habrá cosas que no podremos dominar, como lo son la química, la atracción sexual, o los valores... por eso llegados a ese punto, según el caso es sensato desistir. Esto sucede muchísimo cuando nos desenamoramos o sencillamente jamás hemos estado enamorados de ciertas características de la pareja, y es respetable intentar encajar con alguien de quien nos sentimos atraídos, pero al final...

Los amores hechos de trozos, 
son amores que se hacen pedazos...

Todas la relaciones tienen dificultades, todos tenemos nuestras propias dificultades como seres imperfectos que somos y muchas veces la tarea de la pareja no es otra que aceptar y comprender a ese nivel, no es que sea fácil o difícil, es una cuestión de complementariedad de defectos, parecerá mentira pero si una pareja es capaz de asumir esos defectos de forma natural, la relación tiene muchas probabilidades de éxito. Lo vemos todos los días en las discusiones típicas de pareja, donde durante cinco minutos nace una discusión cargada de ego, donde quizá nadie o ambos tengan razón y donde al final exista un enfado aparente, pero que pocos minutos después se soluciona por si solo... ¿cómo? Fácil, recurriendo a la aceptación del otro, sabemos que es así y sabemos que hace todo lo posible por ser mejor cada día y en ese instante no hace falta ni comentar nada más, cada uno sale de su rincón y continúan una vida en común sin más afectación.

Para llegar a este punto de compenetración en la pareja hay que desarrollar una confianza y eso nos lleva a decir, que el encuentro más íntimo no es el sexual, sino el emocional, el de mostrar nuestras verdaderas emociones y "kilombos mentales", nuestras dificultades, nuestros miedos más profundos e inseguridades. Esa es la verdadera intimidad, donde nos arriesgamos a ser heridos, ahí va a estar la verdadera aceptación, amar al otro conociendo sus demonios y sus dificultades.

Pero aún así, las llamas se apagan...

Uno de los indicadores más claros de que estamos viviendo un efecto "Frankenstein" es cuando sentimos que añoramos y deseamos ver a la pareja, porque en el fondo lo que echamos de menos son esas partes que tanto amamos de ella (y que hemos idealizado), pero al verla, eso cambia, nos topamos con la realidad, con esa partes que en nuestra mente negábamos de la misma y es entonces cuando nace el conflicto.
Si permanecemos en una relación así, creyendo que todo se va a solucionar por si solo, nos estamos metiendo de pleno en el agobio y la tristeza... al final surgirá la rabia, que al fin y al cabo es una emoción que nace para alejarnos que aquello que nos hace daño o que nos repele... y es mejor no llegar a ese punto, porque es donde vamos a dañar a alguien que nos ama. Y esas cosas siempre se acaban lamentando enormemente, porque quien nos ama, merece la oportunidad de ser feliz.

Es una pena que no podamos elegir enamorarnos de que quien queramos y de sus características únicas, pero tantos millones de años de evolución en el amor, no pueden estar equivocados, esta es la forma correcta.

Eso sí, hay que tener el valor de intentarlo y a la vez la sabiduría para saber cuando dejarlo...




 "Si tu magia ya no me hace efecto como voy a continuar,
si me sueltas entre tanto viento, como voy a continuar..."




Si quieres saber más, puedes consultar los siguientes posts:

 - Sobre como entender a la expareja, "Resaca Emocional"
 - El amor es ofrecer, no exigir... "El amor es otra cosa"
 - El verdadero amor, el amor maduro, "La madurez del verdadero amor"
 - De como nos herimos amándonos, "El amor no duele, duele su ausencia"
 - Sobre el amor desde la visión humanista, "Amor, desamor y otras cosas..."
 - Sobre el maltrato psicológico en la pareja... "El maltrato psicológico"
 - Sobre como amar con moderación, "La neurosis de Romeo"


domingo, 21 de febrero de 2016

Nos herimos intentando amarnos.


El amor no duele, lo que duele es la ausencia del mismo.

"Nos dirán que no entendemos el amor,
pero aún así escribiremos sobre él"


El buen amor tiene una característica y es que cuanto más te amen mejor te amaran, pero el mal amor, por contra, nos dice que cuanto más nos amen, más daño nos harán.

El amor en sí mismo es algo maravilloso, amar, es sencillamente amar, no se necesita nada más, que desear buenas cosas hacia el otro, no requiere ningún esfuerzo por si mismo porque amar es algo fácil, el problema es cuando amar se complica, ahí tenemos un problema, ahí empezamos a sentir el sufrimiento.
Es como la fabula de los erizos, si dos erizos tienen frio se acercan para entrar en calor, pero si lo hacen se pinchan mutuamente...en ese momento se arriesgan a dos cosas, una a morir de frio solos o por contra a sobrevivir pero con ciertas heridas. Lo mismo pasa en la relaciones de pareja, si mostramos demasiado nuestra vulnerabilidad, si nos mostramos demasiado al otro, el riesgo es proporcional al daño recibido, en cambio sino lo hacemos, podemos vivir relaciones superficiales sin ser dañados.

Como decía Freud, confiando en el otro, poniendo en sus manos la capacidad de hacernos daño, vamos a sufrir antes o después de algún modo incluso indirecto, cuanto mayor es la intimidad, más podemos llegar a sufrir. Lo gracioso es que no será siempre por "verdaderas púas" sino por la interpretación incorrecta de las actitudes del otro.

Pero una de las cosas que más duele, es cuando se deja de amar. Hablamos mucho sobre el amor, sobre sus formas, sus colores, pero cuando desaparece no hay mucho más que hacer, el problema no es otro que la costumbre que tenemos hacia la sensación, nos relajamos y no nos damos cuenta que quizá haya desaparecido.
Algo esta claro, cuando empezamos a dejar de amar, es que algo nos falta... sea confianza, aceptación respeto, conexión, química, etc. algo esta fallando, porque cuando sentimos que debemos abandonar la relación, cuando debemos abandonar ese amor, es que hay una pieza importante que falla. Es un momento siempre duro, porque sabes que sentirás dolor y se lo harás sentir a tu pareja.

En estos momentos hay algo muy claro, si la pareja al sentir la falta de amor, quiere irse y la dejas, no significa más que dentro de lo más profundo de ti, que verdaderamente quieres que se vaya... y ahí, cuando tienes ese sentimiento, sabes que lo siguiente que vendrá, no sera amor, sera sufrimiento.


"Si se va y no l@ frenas, quiere decir
que en el fondo, querías que se fuera"


Porque cuando hay verdadero amor, se lucha por él y esta es una lección que muchos de nosotros hemos podido vivir en ambos bandos, pocas verdades y pocas certeza como esta hay sobre este tema.


Así que si amas a alguien y te sientes así,
dejal@ ir, dejal@ ser feliz,
y jamás desees su vuelta, porque sería injusto. 


Era inevitable,
tanto domingo nos dejo en aire y hueso...
no ha sido tan fácil racionalizar el juego,
y que no haya perdedores.




miércoles, 10 de febrero de 2016

Exigencia perfeccionista.


He visto las mejores mentes de mi generación destruidas por la exigencia...
Cuanta genialidad y creatividad desperdiciadas, porque la sociedad desde su "normalidad" estigmatiza esas mentes llamándolas enfermas.

(D.)



Por suerte, a los locos no verán bailando...