lunes, 30 de marzo de 2015

Internet duele...


¡La amistad verdadera no puede soportar
 la amargura de la separación!
¡Hasta el sol palidece cuando tiene que dejar la tierra!
(Las mil y una noches)


Vivimos en un mundo globalizado, es un hecho, la manera de relacionarnos con los demás ha cambiado de un modo súbito. Mientras el ser humano vivió en aldeas de no más de ciento-cincuenta miembros, la relaciones sociales eran estrechas, si se experimentaba un sentimiento de amistad o amor hacia ciertos miembros de la tribu, se podía acceder a ellos rápidamente para cubrir esa necesidad en muchos casos recíproca.

Hoy en día seguimos viviendo en aldeas... pero de otro modo, las llamamos ciudades, villas o pueblos donde el numero de miembros es enorme y crece de forma exponencial, en este caso podemos acceder fácilmente a las relaciones sociales, incluso nos podemos sentir abrumados por el nivel de información y lo numerosas que pueden llegar a ser así que en muchos casos el ser humano no esta preparado para estas situaciones que consumen sus recursos cognitivos a nivel social.

Por otro lado, con la aparición de Internet se solucionaba parte de este problema, se siguen teniendo las relaciones más destacadas de forma presencial y por contra las relaciones más dispersas se mantienen vía online facilitadas por redes sociales, chats y foros. 
¿Por qué digo entonces que Internet duele? Lo digo porque llega un punto donde la facilidad que implica Internet y la comodidad para el usuario consigue justo lo contrario, que las relaciones presenciales sean superficiales y las relaciones de verdadero valor sean las ciberespaciales, es entonces cuando no se puede acceder fácilmente a los miembros dado que quizá vivan a kilómetros de distancia o incluso en otros países, en este punto llegará la frustración de la emoción que no podemos expresar corporalmente, entonces dolerá y no no será agradable.

Nos ha pasado a todos/as, por suerte o desgracia somos seres gregarios, con diferentes gustos por el conocimiento o las relaciones humanas, eso implica que dentro de nuestro grupo cercano quizá no podamos saciar esas necesidades personales. Por contra Internet nos conecta con un sinfín de personas las cuales comparten nuestras inquietudes, al estrechar lazos con esas personas a través de la conversación, nos encontramos en una encrucijada, dado que florece la amistad y la confianza, una amistad que como un tipo de amor que es, necesita ser expresada de una forma más emotiva y corporal, en muchos casos se pueden hacer quedadas pero como bien sabemos, a veces es difícil de sobrellevar.
Si hablamos de amor romántico, la complejidad va a ser enorme y es entonces cuando Internet va a doler y de un modo muy intenso, porque esa necesidad, por ejemplo, de dar un abrazo se verá frustrada por la distancia, pero aunque es difícil no es imposible, millones de parejas sobrellevan las relaciones a distancia en la actual sociedad y aunque sacrifican la expresión física del afecto les compensa la idea del mismo.

El mundo evoluciona, pero los humanos por su limitación genética siguen adaptados a las relaciones sociales de un modo más reducído, este es un ejemplo de como la evolución social resulta indispensable frente y como complemento a la evolución genetica.


La amistad es un alma que habita en dos cuerpos;
un corazón que habita en dos almas.
(Aristóteles)



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