Me reprochabas duramente desde tu teatro de víctima, las veces que yo había permitido que te desnudaras en mi cama durante todos esos meses. Y que ahora ya no me importara...
Pero te equivocabas, no era indiferencia, porque tú nunca te desnudaste en mi cama...
No lo hiciste, si para mi esa palabra significaba otra cosa.
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