Cualquier pérdida es una oportunidad —una puerta— que podemos aprovechar
para aligerarnos, para soltar apegos e identificaciones y falsas ideas.
Ya que nada nos ha pertenecido en sentido estricto, y sólo nuestra
mente lo creía propio y para siempre, cuando lo perdemos, podemos
aprovechar también para liberar ataduras, para soltar ideas e
identidades que ya no se ajustan a nuestra actualidad. En el teatro de
la mente podemos soltar algunos roles viejos, caducos ropajes, temores,
apegos, viejas personalidades, etcétera. En eso consiste perder
ganándose a uno mismo, o recuperándose a uno mismo.
JOAN GARRIGAdel libro -La llave de la buena vida-
P.D.- Un libro que he leído recientemente y recomiendo de manera fehaciente.
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